Redacción. Madrid
Ignacio Fernández Lozano, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología, ha explicado que los resultados del estudio ECOST, presentados recientemente en el Congreso de la Sociedad Española de Cardiología celebrado en París, “marcarán un antes y un después en los pacientes que tienen implantado un desfibrilador, ya que el poder asegurar un control a distancia del dispositivo mejora notablemente su calidad de vida”.
Ignacio Fernández Lozano, presidente
de la Sección de Electrofisiología y Arritmias
de la Sociedad Española de Cardiología.
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Ecost hizo un seguimiento de 433 pacientes con desfibrilador implantable, y tras 27 meses de estudio, se comprobó que el seguimiento remoto permitía detectar de forma prematura y segura los fallos del desfibrilador implantable sin necesidad de la intervención del paciente, únicamente con la información que el dispositivo mandaba al hospital.
“Una alternativa segura”
El doctor Pablo Avanzas, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Central de Asturias, ha explicado en un blog de Revista Española de Cardiología, que se trata de un estudio “prospectivo, multicéntrico y aleatorizado (seguimiento remoto vs. seguimiento en consulta) llevado a cabo en Francia”. “El objetivo primario del estudio fue el número de pacientes con al menos un evento adverso, es decir, la mortalidad por todas las causas o evento adverso cardiaco o relacionado con el dispositivo. Los objetivos secundarios fueron coste total, retraso de la monitorización remota con respecto al evento adverso, sensibilidad para detectar la disfunción, longevidad de la batería y la diferencia de evento adverso cardiaco o relacionado con el dispositivo.
Los pacientes del grupo de monitorización remota presentaron unas reducciones de la aplicación de terapias inapropiadas en un 52 por ciento, del riesgo de hospitalización en relación con la aplicación de estas terapias de un 72 por ciento y de cargas del dispositivo con repercusión en la longevidad de la batería del 76 por ciento. Según las conclusiones de Pablo Avanzas, “la monitorización remota de los DAI es una alternativa segura al seguimiento convencional en términos de mortalidad por todas las causas y de eventos adversos cardiacos o relacionados con el dispositivo. El manejo del dispositivo mediante un sistema de monitorización diario en la casa de los pacientes es seguro, reduce el número de terapias inapropiadas y mejora la longevidad de la batería”.
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